Viene bajando la noche; San Salvador, sucia entre las luces. Metrocentro, la parada; la gentes, las hormigas: el caos. La Gaby y yo, tratando de cachar un bus. Caras largas, cortantes. La cuidad no nos alcanza para verla pasar a través de la ventana. Las sombras, los pitos. Un silencio tristemente cómplice. Una que otra gota sospechosa en la mejilla. Y nada más que miedo.